De vez en cuando aparece una noticia que nos recuerda que las certidumbres son propias únicamente de los fanáticos y de las personas que escriben frases categóricas como ésta.
Si la Madre Teresa de Calcuta, icono del neocatolicismo post Concilio Vaticano II junto con JPII y Robert Kubica, tuvo dudas de fe y a pesar de ellas siguió su innegablemente heroica misión, ¿quién podría estar libre de incertidumbres?
Cambien Calcuta por Valverde de Lucerna y la madre Teresa por el padrecito don Manuel-Bueno-mártir y descubrirán que algunos lanzamientos editoriales parecen remakes hollywoodienses de los que se llevan tanto ahora.
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