miércoles, 6 de junio de 2007

Horitas malditas



Se me ha perdido el final de la tarde.
Será porque el reloj lo he dejado sobre la mesa,
y, para más inri, se me ha olvidado echar la siesta.
Te juro que estoy deseando que estas horas pasen,
pero... (interjección irreproducible) las muy... persisten.
Y luego el sábado se irán, tan frescas ellas, a toda prisa.

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