jueves, 6 de septiembre de 2007

La sorpresa

Tranquilo y despreocupado planeaba. Hacía planes. Craso error.
El cuento de la lechera. Graso error.
El oso vendido antes de cazado. Estaba errado.
Apostaba todo a un caballo que pierde. Error herrado.
Me hacía en la urbe (gran yerro); me lo tengo merecido: erraré por el monte.

2 comentarios:

Txe Peligro dijo...

jaja. de coña!

Nacho dijo...

Gracias por tu comentario.
Me he pasado por tu blog y me ha encantado lo bien que manejas las palabras.
Me pasaré a menudo para inspirarme.

Saludos,
Nacho