sábado, 8 de noviembre de 2008

La transparencia



Quería a los diez años
escondido tras unas gafas redondas
ser bombero, astronauta o futbolista.
Unos pocos años y muchos libros después
creí ser poeta en ciernes,
cineasta por descubrir,
músico aún sin guitarra,
o -ilusos quince- a un tiempo todo.
Trabas y errores fueron cambiando
uniformes por sombras
y perfiles por nieblas,
hasta desear fervientemente
desdibujarme por completo
y abrazar la transparencia.

Roto ya el hechizo imposible
veo las huellas de mis pasos
que, tonto de mí, ignoraba;
algunas, erradas, las borraría
y otras las volvería a pisar
una y otra vez hasta aprenderlas.

Ante mí arena recién peinada,
cemento fresco, asfalto caliente,
pero esta vez pisaré sin temor;
por mis huellas lo veréis.


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