jueves, 13 de noviembre de 2008

Límites

Acabo de leer una noticia acerca de una profesora de teatro que ha sido expedientada por proponer a sus alumnos de 14 años una obra que contiene "diálogos obscenos".

Es cierto que las palabras que se citan en la noticia son muy chocantes:

Según el ayuntamiento, entre las expresiones que contiene el texto están "cuando era un crío, a mí también me daba asco besuquear a los ancianos. La peste a viejo se me quedaba en la nariz el resto del día y el contacto con la piel blanda y sudada me daba arcadas".

"Quitar esa música endiablada, extranjeros de mierda y dejar de tocarme los cojones de una puñetera vez", "te cortaré el pito y los huevos de cuajo y te coseré el ojete del culo, mariconazo..." o "y seas tan amiga del que da por culo a tu padre y se ensucia el pito con su mierda" son algunos de los fragmentos que rechaza el alcalde.

Lo que me queda menos claro es cuál es el motivo del revuelo. Si se debe a un intento de "proteger" a esos pobres jovencitos de palabras que podrían mancillar sus límpidas mentecillas, es más que probable que llegue tarde. Basta con ver las lindezas escritas en sus carpetas de clase o en las paredes de los lugares que frecuentan. ¿De quién es la culpa de que niños que aún están en el colegio se insulten escribiendo en la pared "maricona lesbiana"? No lo sé, la tele, los padres, la escuela-que-está-fatal, la sociedad...



... la culpable de mi ruina es la sociedad...


En el caso de que la decisión haya sido consecuencia de unos oídos escandalizados que no hayan sido capaces de esperar a que unos ojos (propios o municipalmente subordinados) lean la totalidad de la obra para descubrir con qué finalidad aparecen esas innegablemente obscenas palabras, recomiendo al alcalde que le eche un vistazo a un muy sonrojante libro al que todos los jovencitos de esa edad se asoman en sus clases de Lengua Castellana y Literatura.

Me refiero a La Celestina, donde, por ejemplo, encontramos las palabras "puta vieja" no una, ni dos, ni tres veces, sino ¡nueve! (en boca de varios personajes). Con el agravante de que si leyera la obra al completo descubriría cómo la literatura también cumple en muchas ocasiones la función de abrirnos los ojos ante lo negativo y feo presente en el mundo.


Hasta que conozca la totalidad de la obra no me puedo pronunciar ni a favor ni en contra de la decisión tomada respecto a la profesora, pero me ha llamado la atención la noticia porque en los tiempos que corren lo más frecuente es que un par de palabras políticamente incorrectas invaliden para mucha gente todo un texto quizás muy interesante de la forma más hipócrita.


No hay comentarios: