viernes, 22 de mayo de 2009

Entierro musical

En los días de vino y rosas tomábamos paradójicamente cervezas en un bar en el que recuerdo haber hecho un día una lista de las cinco canciones que nos gustaría que sonaran en nuestro entierro.

Hoy la que ha dejado que su espíritu vuele a otro lares es esa barra testigo de momentos irrepetibles de ebriedad (en el más amplio sentido posible).

Por ese motivo, ahí van sus cinco. ¡Salud!


















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